Cómo empezar a fumar, seguir fumando y no dejarlo

[ Fragmento ]

      Al cabo de echar por en medio el camino, se resuelve el acertijo de la encrucijada: Transitamos la vía pública. Dando lugar el tiempo, vehículos y viandantes se conducen de manera distinta. Nos encontramos frente a un semáforo en ámbar, el código de circulación nos obliga a detenernos, a no ser que no podamos parar en condiciones de seguridad. La excepción invita a la regla. La teoría en la práctica cambia. Podemos desde descongestionar o embotellar el tráfico a evitar o sufrir un accidente, como pueda ser el atropello mortal de un peatón. ¿Qué hacemos que no estamos confinados en casa, sin coger el coche ni salir a la calle? ¿Acaso son los semáforos en ámbar una pandemia como las glorietas? A mi modo de ver, no siendo menor para la mayoría de edad, no deberías conducir bebido ni hacerte un porro junto a un alucinado examinador de tráfico, todo lo más vendrías a ser un peatón humeante que a riesgo de prisa cruza frente a un coche de autoescuela cuyo eslogan reza: «¡Así como nos conducimos, transitamos por la vida!»

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Reseña del libro

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