Páginas sueltas…

                             La sola página de un bello libro

   Solamente podré cambiar el mundo,                      Solamente
escuchando en paz tu voz interior,                           escuchando
dentro de mí, cual numen creador,                          dentro de mí
en tanto tu pensamiento fecundo…                         en tanto

   que me complace en lo hondo y profundo,           que
ser humano hasta el último estertor,                       ser humano
libre de amar en la lengua el pudor,                         libre
a la luz de nuestro idioma oriundo;                          a la luz

   de la palabra española heredada.                            de la palabra
Te comprendo, en verdad, de corazón,                   Te comprendo
queriéndote bien, del todo a la nada.                      queriéndote bien

   Y doy gracias con vívida emoción                            Y doy gracias
a la vida recién embarazada                                      a la vida
por tu compañía y su comprensión.                        por tu compañía

– – – o – – –

                                     A su amor platónico

   Con vencer hablando con los ojos,
con la mirada perdida y rota,
mansamente aguarda la derrota
el bravo aliento de los rastrojos.

   Sin palabras en sus labios rojos,
juntos y a solas en la picota,
soñando despierta la voz brota
en buena guerra con los sonrojos.

   Ora entre dos luces poesía
amanece la tarde lejana,
amos luceros en compañía.

   Ora entre lubricanes emana
etérea y cándida ambrosía,
verde el rayo y la luna temprana.

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                                            El universo amigo

   Cuando leo tu voz, me escucho en tus palabras;
y, aprehendiéndote a ti, vengo a ser yo mismo,
buscando en mi interior aquello que preciso
para sobrevivir en brazos de la nada.

   Si mal no escribo en pos del eco de tu habla,
cuanto hoy sé de mí aflora compartido,
en el lugar mejor del universo amigo,
que tanto da de sí que encandila el alma.

   Me asiste la razón: «Con claridad distingo
el lúcido confín» (cuando bien acompaña
a la idea el fulgor e inspiración suspiro).

   Mas quiero ser feliz, la belleza me aguarda.
Amanecerá Dios, y medraremos siglos.
Adoro discurrir la experiencia humana.

– – – o – – –

                                            Los poetuchos y las literatuchas

   ¡Los poetuchos y las literatuchas no podrán conmigo!
«La diarrea mental dislexica asociada al trastorno
y espectro de los yopensamientos sin complejo de adorno
me hieren en pelota cual vergüenza en prenda de mal abrigo.»

   ¡Cuánto fallan los concursos la caridad del chusco mendigo!
¿Dádiva acometida o cepo de cucurucho por soborno!
¡Menudo galardón jurado y prometido! ¡Qué bochorno!
¿Tanta hambre pasan? ¡Mira que no encogérseles el ombligo!

   ¡Por Quevedo que no soy sordociego a los cantos de sirena!
Deje el género poetiso de nombrarse liberto,
mientras circunnavega el diluvio de la palabra oscena.

   ¡Por Cervantes que el premio al ingenio yo aquí hoy declaro desierto!
Deje el novelisto de predicar en mala hora la faena,
que ejemplar es… cuanto a solas y en voz se versa por cierto.

– – – o – – –

                                     Cándida por ingenuo

   Aun antes de saberlo, lo sabía,
fue la noble bondad de tu mirada,
y el ver a la química enamorada
del físico que la correspondía.

   Fue que vino a ser nuestra poesía,
como la gracia campera educada
o el niño deseo de ser amada,
puericultura y feliz armonía.

   Fue que será esta vida tan osada,
pacífica y tranquila todavía,
como tu discreta voz azarada.

   Mas como el rayo verde anuncia el día,
con la sobriedad que tanto me agrada,
al cielo ofrendo vuestra compañía.

Reseña de los poemas

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